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jueves, 23 de julio de 2015

cor-responsabilidad de la familia escuela y la comunidad

cor-responsabilidad de la familia escuela y la comunidad

LA COR-RESPONSABILIDAD:


 Alianza Familia - Escuela

Si bien el involucramiento familiar, o alianza escuela-familia, es una necesidad ampliamente reconocida, hay mucho para hacer al respecto ¿Está la escuela preparada para incluir a la familia? ¿Existen las herramientas necesarias? No se puede recorrer el camino de la Calidad Educativa sin la familia. El siguiente artículo aporta el punto de vista de los padres.


Corren tiempos en los que se oye con frecuencia hablar de corresponsabilidad y nos gustaría reflexionar brevemente en estas líneas sobre el término en cuestión y los ámbitos a los que, desde nuestro punto de vista, nos afecta como familias especialmente. Hablamos de corresponsabilidad como sinónimo de asumir responsabilidades, entendiendo que aceptamos las consecuencias de nuestros actos de forma voluntaria, pero con el matiz de que esa aceptación es conjunta, entre varias personas y no con carácter individual. Dicho de otra forma, la corresponsabilidad implica participar activamente en la responsabilidad con otras personas. Es un indicativo de igualdad, que se asocia a tener iguales derechos y también iguales deberes.

Estamos habituados en los últimos tiempos a escuchar muchas disertaciones sobre la corresponsabilidad en las tareas domésticas, no en vano tenemos una novedosa y reciente Ley de Igualdad; entre las distintas administraciones locales, autonómicas y estatal; entre los ciudadanos, cuando hablamos, por ejemplo, de corresponsabilidad fiscal; entre países en misiones humanitarias internacionales; de corresponsabilidad en la educación, a la hora de formar ciudadanos en las aulas; etc.

Sobre este último ámbito de la corresponsabilidad en la educación es sobre el que queremos detenernos. Esta expresión ha adquirido una especial significación desde la elaboración, aprobación y aplicación de la Ley Orgánica de Educación. En esta sociedad del siglo XXI ya nos hemos dado cuenta de que la educación de los chicos y chicas no es cosa sólo de la escuela, y tampoco de las familias, y menos de los alumnos en exclusiva, sino que hemos ampliado la misma a toda la sociedad. El hecho de que el proceso de aprendizaje lleve parejo y de forma inseparable el de enseñanza, nos muestra que ambos son indivisibles, y que en ambos intervienen diferentes y numerosos actores como para exigir la responsabilidad de cualquiera de ellos a un único protagonista.

Nos movemos en términos de corresponsabilidad de toda la comunidad educativa, que para las familias va inexorablemente unido al de participación real y efectiva. No se nos puede exigir a las familias corresponsabilidad en la formación de nuestros hijos e hijas si antes no se ponen a nuestro alcance las herramientas que nos permitan asumir esa responsabilidad conjunta. Sigue siendo una asignatura pendiente para nosotras, aunque cada vez estamos más cerca de aprobarla, porque creemos que hay una mayor conciencia de que las familias somos imprescindibles en el proceso educativo y de que nuestra opinión es necesaria.

No podemos cerrar estas líneas hablando de corresponsabilidad en la educación, sin hacer referencia a la obligación que todos los centros sostenidos con fondos públicos tienen de hacerse corresponsables en la escolarización de todo tipo de alumnado. En unos tiempos en los que el alumnado es afortunadamente y enriquecedoramente diverso, las administraciones educativas que sostienen los conciertos de los centros de titularidad privada deben velar para que esa corresponsabilidad no quede únicamente en el papel de una ley, sino que sea efectiva, y nosotros como familias debemos exigir que así sea.



La corresponsabilidad en la comunidad educativa


La "corresponsabilidad” entre padres/madres y docentes es la clave en el escenario de la comunidad educativa, máxima expresión en la que queremos que confluyan todos los esfuerzos para lograr mejorar sustancialmente el éxito educativo
La "CORRESPONSABILIDAD” entre padres/madres y docentes es la clave en el escenario de la comunidad educativa, máxima expresión en la que queremos que confluyan todos los esfuerzos para lograr mejorar sustancialmente el éxito educativo, éxito social, y el ser y saber convivir como ciudadanos de nuestros hijos y alumnos.

Una herramienta clave para lograr esta "corresponsabilidad” son las escuelas de formación de padres/madres y cuya finalidad es clara: la puesta en común entre iguales de experiencias recíprocas, de conocimientos que tengan relación con la educación de nuestros hijos y la voluntad de aprender a participar. En definitiva, transmitir conocimientos y valores para educar con eficacia entre todos y todas.

Las AMPA principalmente son las encargadas de organizar y dispensar esta formación a las familias para adquirir conocimientos, maneras de actuar, de conversar i de mediar con sus hijos. Pero esta formación tan importante que se da en las AMPA, tiene un handicap muy importante y es que no encuentra los foros a los que tiene que llegar y no siempre llega a las familias que más lo necesitan.

Por esa razón, no nos basta con organizar jornadas de formación dirigidas sólo a las familias, tenemos de organizar talleres o actividades conjuntas con sus hijos. Este es, a mi entender, uno de los pilares básicos para encontrar esta implicación de los más desfavorecidos y de las familias con un nivel socioeconómico mas desfavorable. Son precisamente aquellas que necesitan de una intervención de las administraciones, de la ayuda de los equipos docentes i de las AMPA en ese acompañamiento familiar.

El crear un buen ambiente escolar, el estar implicados padres/madres, docentes i comunidad educativa, hace que todo sea mucho mas fácil y se busquen alternativas para que todas las familias del centro estén bien atendidas incluyendo recursos propios, ajenos, como por ejemplo, expertos en diferentes problemáticas, salidas culturales, lúdicas etc…

HAY UNA CONCIENCIA CADA VEZ MÁS EXTENDIDA QUE NOS DICE:

Donde hay implicación de las familias en el centro educativo, surge un buen centro

Esta máxima es una realidad que se constata en el día a día.

También lo confirman los estudios realizados en territorios equivalentes y así lo reflejan sus resultados.

En el curso de estos 10 últimos años la figura de la formación que se ofrece a las familias en las AMPA cada vez adquiere más importancia y va mas ligada a la llegada de esos flujos de familias de reciente incorporación a nuestro Sistema Educativo.

Esta formación va encaminada a los padres y madres autóctonos para saber como hemos de acoger a esas familias recién llegadas para lograr su incorporación e integración plena en nuestra sociedad.

Esto hace que nos replanteemos parte de nuestra formación, porqué la necesidad nos obliga. Y eso es bueno, muy bueno.

Porqué esta situación nos mantiene en alerta, hace que estemos expectantes y nos tengamos que entender. Todas estas circunstancias hacen que tengamos una buena formación social, de relación con toda la comunidad, de implicación con la realidad que nos rodea.

Aquí coincidimos con la pregunta que se nos hace; definitivamente SI, las escuelas de formación de padres y madres favorecen una mayor implicación de las familias en el entorno educativo de sus hijos e hijas. 


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